March 3, 2025

El fatídico golpe de Emiliano Gómez en el minuto 67′: la inesperada convulsión

El minuto 67 del partido entre Puebla y Gallos Blancos se convirtió en un instante de incertidumbre cuando, en un choque de cabezas cerca del área del equipo visitante, Emiliano Gómez y José Canale colisionaron de manera brutal. Ambos futbolistas cayeron al césped, pero mientras que Canale logró recuperarse, el jugador de Puebla permaneció inmóvil, dando lugar a una escena que heló la sangre de los presentes.

De inmediato, los jugadores de ambos equipos se dieron cuenta de que algo no iba bien. Emiliano no solo estaba inconsciente, sino que comenzó a sufrir una convulsión en pleno campo de juego. Con pavor, se apresuraron a pedir la intervención urgente del cuerpo médico, mientras el estadio contenía el aliento. No es común ver algo así en el fútbol, ​​y mucho menos con tanta desesperación en los ojos de los futbolistas.

Los médicos ingresaron rápidamente al terreno de juego, mientras sus compañeros de ambos equipos rodeaban al uruguayo para evitar que la angustiosa escena fuera de vista para los espectadores. Después de unos segundos de tensos nervios, Emiliano logró recobrar el sentido y la calma, aliviando momentáneamente a todos los presentes.

Pero no terminó allí. El “carrito de las desgracias”, como muchos le llaman al vehículo que se usa para trasladar a los jugadores lesionados, se adentró en el campo. Con collarín puesto y visiblemente aún atónito, Gómez fue retirado del terreno de juego, aunque consciente. El médico de la Liga MX lo revisó brevemente en la banda y, después de lo que parecieron horas, Emiliano fue llevado por una ambulancia a un hospital cercano en Querétaro para realizarle un chequeo más exhaustivo.

Carrito de desgracias

“Emiliano Gómez llegó consciente al hospital y ya sabía dónde estaba, por lo que tendrá que quedarse para revisión”, señaló Pablo Guede después de la fuerte lesión de Emi Gómez

Hasta el momento, Puebla no ha emitido una parte médico oficial, por lo que el estado de salud del jugador sigue siendo incierto. Lo que parecía ser un simple choque de cabezas se transformó en una tragedia inesperada, recordándonos lo frágiles que son los héroes en el campo.