Se escribió la historia. Atlas logró lo que pocos hubieran pronosticado al inicio del torneo.

Tras 70 años de espera, desde ese 1951, Los Zorros tocaron el cielo de la mano de un grupo de jugadores con combinación de juventud y experiencia.

En tanda de penaltis, dieron cuenta de León, equipo que se distingue por su poderosa ofensiva, sin embargo, los tapatíos, lograron encontrar la fórmula para convertirse en la mejor defensa del torneo.

En el partido, Atlas tomó la batuta y el control del balón. La recuperación de Aldo Rocha y la velocidad por las bandas, fueron su fuerte para servir a los dos letales delanteros como Julio Furch y Julián Quiñones.

El primero en dar un aviso fue el Atlas. Quiñones casi un golazo, pero el travesaño salvó a los de León. El otro gran ‘héroe’ esmeralda se llamó Rodolfo Cota, quien salió en modo muralla. Atajó, al menos, cuatro de gol que desataron el nerviosismo y frustración en el banquillo rojinegro por no alcanzar el ansiado tanto que pusiera en la pelea a La Academia.

Cota parecía convertirse en el histórico villano que evitaría el ansiado campeonato atlista. Fue hasta la segunda parte cuando un cabezazo de Aldo Rocha llegó para hacer explotar el Jalisco.

La intensidad estuvo a tope, tanto que el partido tuvo que definirse en la tanda de penales. Ahora, el nuevo héroe se llamó Camilo Vargas. Logró atajarle a dos grandes experimentados como Fernando Navarro y Luis Montes.

Julio Furch fue el encargado de meter el quinto e histórico penal para el Atlas. Su gente canta, baila y vive un suceso histórico en nuestro futbol.